Nacimiento del método CLIL

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El término CLIL ( Content and Language Integrated Learning), traducido como “Aprendizaje integrado de lengua y contenido”; tiene sus orígenes a principios de los años 90, cuando un equipo de expertos en Educación liderado por David Marsh fundaron las bases de este innovador enfoque educativo. 

La metodología CLIL promueve una integración de lenguaje y contenido en el aula, de manera que mientras se imparte materia académica, se expone al alumno al aprendizaje de una segunda lengua.

En la década de los 90, ya se preveía la creciente y rápida evolución de las sociedades europeas hacia un mundo cada vez más globalizado, y la necesidad de adaptar el sistema educativo a los grandes cambios sociales, tecnológicos y lingüísticos que estaban por venir. 

Qué es CLIL

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Con frecuencia se relaciona la implantación del método CLIL como una respuesta al fallido intento de implantar un “sistema bilingüe” en las escuelas. Este es el caso de  algunos países que han visto una gran evolución y progreso social en las últimas décadas. Uno de estos países que han intentado adaptar nuevos modelos en los que se de más presencial y relevancia a los idiomas, es España.

Sin embargo, el método CLIL abarca mucho más que la simple enseñanza de contenidos en una segunda lengua: promueve principios tan esenciales hoy en día como la capacidad de pensar de forma crítica, estimula la motivación y creatividad de los estudiantes y fomenta la comunicación y cooperación dentro y fuera del aula. 

Una de las claves del método CLIL, es que tanto el contenido de las lecciones, como el idioma en el que se imparten, tienen el mismo peso. Este principio, implica que en la práctica aquellos docentes que sigan una estrategia CLIL deberían evitar incurrir el el error de centrarse sólo en la enseñanza del idioma, descuidando el aprendizaje de contenido o lo opuesto, enseñar una rica variedad de contenidos pero sin ofrecer oportunidades de practicar una segunda lengua. 

Principios CLIL

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Según afirma Marsh, en un aula de CLIL se debe equilibrar dos principios básicos: la comunicación y el conocimiento. De esta manera se estaría enseñando una amplia variedad de contenidos en una segunda lengua, y se haría uso de este idioma para impartir un tipo de clases dinámicas, con un contenido rico e innovador.

Si hablamos de incluir el enfoque CLIL en un aula, debemos tener en cuenta las siguientes 5 dimensiones, que representan la base de este método educativos y las cuales, estimulan el pensamiento crítico y un aprendizaje activo en el alumno:

Contenido

CLIL motiva un conocimiento más profundo de los contenidos, a través de utilizar diferentes perspectivas, que motivan al alumno a poner a prueba sus propias habilidades para haya respuestas a la que vez profundiza en el aprendizaje de terminología y léxico en una segunda lengua.

Cultura

Hoy en día es esencial que las metodologías educativas se apoyen en un aprendizaje en un ámbito intercultural. Educar en el respeto a otras culturas, a compartir y celebrar tradiciones y valores multiculturales es una de las bases que apoya el aprendizaje CLIL. 

Contexto

Cuando hablamos de contexto, nos referimos a preparar al alumno para vivir y evolucionar a nivel académico y social en un ambiente cada vez más internacional y multicultural.

Lenguaje

Lenguaje y comunicación es uno de los pilares básicos de la metodología CLIL. Ya que, de llevarse a cabo de forma efectiva, el alumno no sólo está adquiriendo léxico de otra lengua, sino que también está expuesto a otro idioma de manera multidimensional: se estimula principalmente la escucha y compresión de otra lengua. Además de la producción, participación, y en resumen, el uso de todas las habilidades comunicativas de forma efectiva. (Escritura, lectura, escucha y habla.)

Aprendizaje

El enfoque CLIL tiene en cuenta todos los factores que afectan al aprendizaje. No sólo factores sociales o educativos, como el género de los alumnos, sus intereses o backgrounds culturales sino que también tiene en cuenta a individuos con necesidades educativas especiales, y fomenta la puesta en práctica de planes y programas de aprendizaje individualizado y adaptado al individuo. 

Aportaciones de CLIL

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Como mencionamos anteriormente en este post, las aportaciones del método CLIL son incontables. Principalmente, se centran en el reforzamiento del aprendizaje de una segunda lengua, aunque colateralmente, este método abarca mucho más a nivel educativo.

Comienza por preparar al individuo para desenvolverse en un ámbito social multicultural, enseñando a pensar de manera crítica y en situaciones reales, aportando un conocimiento multidisciplinar, adaptando el ritmo de la clase a las necesidades de cada alumno, y motivando al estudiante a través de un aprendizaje dinámico, interactivo, con gran presencia de las nuevas tecnologías y el trabajo cooperativo.

Todo esto hace que la comunicación dentro del aula sea necesaria y clave para resolver casos prácticos. Esta interacción entre individuos, no solo estimula las habilidades comunicativas en otra lengua, sino que profundizan en conceptos culturales y académicos, fomentando la investigación y aplicación de la teoría a la práctica.

Atrás quedan las antiguas metodologías de enseñanza de idiomas. CLIL evita seguir un sistema basado en tediosas lecciones, la mayoría centradas en aprender léxico y reglas gramaticales. Los sistemas antiguos de enseñanza de idiomas, apenas prestaban atención a destrezas comunicativas básicas como la escucha y el habla. En cambio, el método CLIL motiva la investigación, la interacción y el respeto hacia otras culturas, incluyendo el aprendizaje de nuevos idiomas, costumbres y formas de vida en otras sociedades.

¿Porqué es importante un método académico que integre lenguaje y contenido?

La metodología CLIL propone un tipo de enseñanza adaptada a las nuevas necesidades educativas del Siglo XXI. 

Enseñar contenido poniendo especial énfasis en el lenguaje y los procesos de resolución de tareas, ofrece un nuevo enfoque que estimula el desarrollo cognitvo. Esta metodología, se adapta a las nuevas generaciones de estudiantes, acostumbrados al uso de nuevas tecnologías y redes sociales, más autónomos y con aspiraciones académicas que van más allá de conseguir una buena nota en los exámenes: se trata de enseñar a pensar de manera abierta e independiente, con vistas a un futuro globalizado. 

Consecuentemente, en un futuro multicultural, en el que la integración e interacción entre personas, y empresas a nivel mundial será indispensable, es esencial que los individuos estén preparados y tengan una buena competencia en otra lengua, para adaptarse a las nuevas demandas lingüísticas, y crecer en el terreno profesional y social.

Artículo escrito por Raquel Rozada, autora en Locura Viajera 

Raquel R

Maestra de Infantil con un Máster en Educación Bilingüe. La enseñanza es mi vocación y la escritura mi pasión.

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