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¿Qué es y para qué sirve?

En la década de 1850 el poeta y dramaturgo noruego Henrik Ibsen popularizó la expresión “friluftsliv”, cuyo significado literal es ‹‹vida al aire libre››. Hoy en día, en los países escandinavos se usa esta expresión para distintas actividades relacionadas con la naturaleza y el aire libre, como correr en la montaña, esquiar o simplemente acampar cerca de un lago y relajarse con los amigos. Friluftsliv hace referencia a una filosofía de vida basada en una conexión profunda con la naturaleza y la vida al aire libre. La bosque escuela tiene sus raíces en este concepto.

El bienestar del ser humano está relacionado y depende en muchas variables de la naturaleza. La vida en las grandes ciudades ofrece oportunidades, acceso a una mejor educación, cultura y otros servicios, pero también está asociada a una disminución del contacto con la naturaleza y por consiguiente a una disminución de la calidad de vida. Además, en las ciudades se incrementa también el miedo a vivir en un lugar inseguro y muchas familias mantienen a sus hijos más tiempo en colegio o en casa por miedo al frío, falta de tiempo u otras muchas razones.
Muchas investigaciones han demostrado que el contacto con la naturaleza está relacionado con beneficios asociados con la salud y el desarrollo del ser humano desde la infancia hasta la edad adulta en muchas maneras (Bratman, 2019), en este artículo os hablaré sobre el impacto de las sesiones de bosque escuela en el desarrollo de los niños.

Las experiencias en el mundo natural ayudan a los niños a entender los ciclos de la vida y las estaciones, hacer predicciones y ser conscientes de la interrelación entre las plantas, animales y elementos como el sol y la lluvia. La bosque escuela pretende que los niños tengan una experiencia profunda con la naturaleza y se desarrollen dentro de un clima social que incluya la toma de decisiones en común y el liderazgo centrado en la participación y también la independencia (Maynard, 2007).

Se parte de la base en la que debe haber un escenario de convivencia entre docentes y estudiantes, aprovechando el ecosistema humano resultante y empleando los recursos directos (que en este caso serían recursos naturales). Se pretende que los niños creen un vínculo con la naturaleza y aprendan con su propia experiencia. Después de un tiempo, los niños se familiarizan con el ambiente y aprenden cosas nuevas expandiendo sus límites a su propio ritmo y experimentando nuevas formas de solucionar problemas y riesgos que se puedan encontrar durante las sesiones. Se podría decir que el área donde se practican las sesiones de bosque escuela es un docente más. Aprender de manera holística a través de la experiencia sensorial es el pensamiento base en estas sesiones. 

Estas sesiones son un proceso a largo plazo; este es un punto importante porque es lo que permitirá que florezcan y se desarrollen las relaciones humanas; ya que tanto los niños, como los docentes (incluido el ecosistema en el que se van a encontrar) necesitarán tiempo para conocerse y establecer vínculos, para así conectar con el entorno natural. Frecuentar los mismos lugares regularmente nos permitirá ver cómo cambia con el paso de las estaciones y permitirá conocer el espacio con mayor profundidad. Una vez que se ha alcanzado esa confianza en el entorno, los alumnos serán capaces de reconectar con la naturaleza y sentir que forman parte de algo mayor, con todos los beneficios emocionales que esto conlleva.

Beneficios educativos de las sesiones y sus características

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 "El entorno natural, por su naturaleza multisensorial, se convierte en la mejor aula que podemos ofrecer y la variedad de recursos que ofrece es prácticamente ilimitada; además, dichos recursos son de gran valor educativo. " 

Como líder de un grupo de bosque escuela en Londres, durante mis sesiones pretendo desarrollar una planificación de la práctica docente en la que los retos de las competencias de los estudiantes se trabajarán con respecto a las siguientes características:

Comunidad y convivencia

En cada sesión los docentes y alumnos se reúnen antes de salir para discutir las reglas de convivencia y de seguridad que han de tener en cuenta antes de entrar en la bosque escuela. Una vez que se ha hecho varias veces, los mismos alumnos serán los que reciten las reglas los unos a los otros. Durante las actividades realizadas en las sesiones, los alumnos deberán tomar decisiones en común y decidir quién deberá realizar cada tarea y por qué. Trabajar en grupo tiene un propósito puramente pragmático porque la cooperación es esencial para poder conseguir los retos que se encuentran en la naturaleza. Esto nos permite el desarrollo de habilidades sociales como la empatía, el trabajo en equipo y la formación de su propia identidad; pero también poner de lado lo que nosotros queremos y pensar en lo que los demás necesitan en ese momento. Cada individuo depende de un grupo y viceversa. Dentro de esta comunidad cooperativa podremos encontrar oportunidades valiosas para el desarrollo personal de cada niño. El sentimiento de comunidad es un pilar fundamental en las sesiones de bosque escuela. 

Uso de un método holístico y transdisciplinar

Las sesiones de bosque escuela son un proceso holístico de conocimiento y experiencia en el que se tratan todas las áreas del currículo en una sola sesión de una manera original y creativa partiendo de la naturaleza. El proceso de aprendizaje tendrá cuatro fases: conocer la naturaleza, aprender de la naturaleza, aprender con la naturaleza y aprender sobre la naturaleza; que según las necesidades y los intereses del alumno se verán reflejadas en distinto orden. Se sigue un método basado en “aprender haciendo” como diría John Dewey (1998). El aprendizaje se realiza actuando de manera independiente y haciendo uso inmediatamente de lo aprendido. El alumno prueba algo, reconoce sus errores y los corrige; una vez hecho esto puede aprender de sus propias experiencias durante más tiempo y podrá pasar ese conocimiento a otro alumno (Bittner, 2009, p. 85). En resumen, esto significa que diversos conocimientos teóricos sobre naturaleza, clima, actividades, ropa que debes ponerte cuando sales, etc. serán adquiridos a través de la propia experiencia. El docente se convierte así en un guía para que el alumno pueda construir su propio aprendizaje.

Visión del bosque como un docente más

El entorno natural, por su naturaleza multisensorial, se convierte en la mejor aula que podemos ofrecer y la variedad de recursos que ofrece es prácticamente ilimitada; además, dichos recursos son de gran valor educativo. Por lo tanto, el bosque se va a convertir en un docente más. Aprender a través de la experiencia directa es una de las mejores formas de aprender y en el medio natural la experiencia es más auténtica. Durante estas sesiones los alumnos comprenden la importancia del respeto a la naturaleza y a los seres que en ella conviven. 

Utilización creativa del entorno centrándose en el alumno

Durante las sesiones en la naturaleza se usará un amplio abanico de propuestas centradas en los alumnos para crear una comunidad para el desarrollo y el aprendizaje. Los niños dirigen su aprendizaje la mayor parte del tiempo, pero el guía está siempre ahí para enriquecer la experiencia, ofrecer apoyo, herramientas y conocimiento. Las sesiones tienen también una estructura básica que sirve de marco de referencia. Al mismo tiempo, deberán de ser flexibles para poder dar respuesta a los intereses de los alumnos

Actividades de riesgo

La bosque escuela ofrece la oportunidad de participar en actividades «de riesgo» adecuadas para cada alumno. La gestión de riesgos es crucial para el docente, pero también para el alumno. El verdadero aprendizaje a través de la experiencia viene de darle al alumno control sobre su propio aprendizaje y herramientas y soporte para gestionar los riesgos. De esta manera la experiencia es más rica y profunda y se pretende que los niños alcancen un desarrollo personal múltiple y holístico. 

Identidad y conciencia ecológica

Con la bosque escuela se pretende que los alumnos tengan una visión del mundo más amplia y se den cuenta de que es importante respetar y proteger la naturaleza y los seres que en ella conviven porque es parte de nuestro ser. 

Desarrollo de la inteligencia emocional y autoestima

La Bosque Escuela ofrece una variedad de actividades y oportunidades para fortalecer la autoestima de los niños y desarrollar su inteligencia emocional. Muchos de los niños encuentran el aprendizaje fuera de la clase (especialmente en un ambiente natural) más motivador y se sienten orgullosos de hacerlo bien. Estas sesiones también son una oportunidad para aprender sobre emociones relacionadas con el éxito: no conseguir algo al momento, resiliencia, frustración, pedir ayuda, aceptar ayuda de otros, empatía, habilidades sociales… (Bitner, 2009). El fracaso también es una oportunidad ideal para desarrollar la autoestima y la inteligencia emocional, aunque no lo parezca; con el fracaso inicial se puede ayudar a los alumnos a fortalecer su resiliencia y determinación en un ambiente de baja presión. Cuando los alumnos consiguen resolver los problemas su autoestima aumenta y crecerá más si se les pide que enseñen y ayuden a sus compañeros. 

Aprendizaje a través del juego

El juego ofrece oportunidades para los alumnos para usar su creatividad mientras desarrollan su imaginación, destreza, movilidad física y desarrollo cognitivo, emocional y social. 

Conclusiones

La bosque escuela ofrece ambiente saludable que ayuda al desarrollo físico e intelectual de los niños de una manera creativa, natural, divertida y segura. Los niños trabajan juntos para construir tiendas de campaña, casas para los animales y toma de decisiones, a la vez que mejoran su desarrollo físico y por lo tanto su salud.  Durante las sesiones de bosque escuela se crea una conexión con la naturaleza a través del tiempo que hace que los niños sean más conscientes de los riesgos que se van a encontrar en el camino y de cómo sortearlos. A través de esto, se genera una confianza en sí mismos y en sus compañeros que ayuda a desarrollar habilidades relacionadas con la inteligencia emocional como resiliencia y autorregulación de las emociones.

Bibliografía

Bitner, S. (2009) Friluftsliv. Ein pädagogischer Ansatz mit Parallelen zur Friluftslivpädagogik? Hergensweiler: ZIEL Verlag

Bronfenbrenner, U. (1992). Ecological systems theory. Six theories of child development: revised formulations and current issues. (Pp 187-249). Bristol: Jessica Kingsley Publisher.

Dewey, J. (1998) Experience and education. West Lafayette, IN: Kappe Delta Pi

Dominguez Garrido, C., Medina Domínguez, C., González Fernández, R., López Gómez, E. (2018) Metodología de investigación para la educación y la diversidad. Madrid, Uned.

Johnston, Samuel (2019) British friluftsliv. United Kingdom

Medina Rivilla, Antonio (2015) Innovación de la educación y de la docencia. Madrid: Editorial centro de estudios Ramón Areces, S.A.

Medina Rivilla, A., Dominguez Garrido, C., De la Herrán Gascón, A. (2014) Fronteras en la investigación de la didáctica. Madrid. UNED

Woolfolk, A. (2006) Psicología educativa. México: Pearson education

Artículos recomendados

Bratman, Gregory N. et al. (2019). Nature and mental health: an ecosystem service perspective. Social advances

Gratacós, M. (Sin fecha). El Modelo Ecológico de Bronfenbrenner. Lifeder

doi: https://www.lifeder.com/modelo-ecologico-bronfenbrenner/

Maynard, T. (2007). Forest schools in great britain: An initial exploration.Contemporary Issues in Early Childhood, 8(4), 320-331. doi:http://dx.doi.org.ezproxy.uned.es/10.2304/ciec.2007.8.4.320

Torquati, J., Gabriel, M., Jones-Branch, J. y Leeper-Miller, J. (2010). A natural way to nurture Children´s development and learning. Young children.

Alba G

Educadora y estudiante de investigación. Amante de la naturaleza y el deporte, forest school líder, filóloga hispánica y abrazadora de árboles :)

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